El senador Aecio Neves, que en 2014 perdió en segunda vuelta por un estrecho margen frente a Dilma Rousseff, está acusado de haberle solicitado más de medio millón de dólares a un empresario para legislar a favor de su compañía
El ex candidato presidencial brasileño y actual senador Aecio Neves será juzgado por la corte suprema, que aceptó este martes una denuncia por corrupción y tentativa de obstruir la justicia.
El caso sumerge al Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centro-derecha), en el cieno del escándalo de sobornos multimillonarios y corrupción en la política desvendados por la Operación Lava Jato.
Neves, de 58 años, disputó las elecciones de 2014 y perdió en segunda vuelta por un estrecho margen frente a Dilma Rousseff (2011-2016), del Partido de los Trabajadores (PT).
La fiscalía general lo acusó de “solicitar 2 millones de reales (unos 588.000 dólares al cambio actual) al empresario Joesley Batista, ofreciendo como contrapartida actuación legislativa en favor del grupo J&F”, propiedad de la familia Batista, y también de utilizar su cargo de senador para intentar obstruir las investigaciones contra él mismo y sus correligionarios.
Este martes, los cinco jueces de uno de los grupos en que se divide el Supremo Tribunal Federal (STF) aceptaron por unanimidad los cargos de corrupción y apenas uno de ellos rechazó las acusaciones sobre tentativa de obstruir la justicia, pero acabó vencido por cuatro votos a uno.
“No cometí ningún delito. Mi prioridad será presentar a la Justicia todos los hechos que demuestren la absoluta corrección de mis actos y de mis familiares”, afirmó Neves en una nota oficial poco después del veredicto.
Junto con Neves, fueron denunciados su hermana y su primo.
“La verdad ha de prevalecer”, defendió.